LUCHA POLÍTICA DE CARA AL RACISMO

A partir de los años 80tas ha habido una apertura al tema de la etnicidad a nivel mundial ¿Qué hay de fondo en esta supuesta apertura?

Muchos de los cambios por los cuales en estos momentos se pone atención a temas como el racismo, la etnicidad, tiene que ver con las presiones que han hecho grupos sociales por visibilizarlo y exigir derechos que antes eran negados. Es la lucha contra la hegemonía cultural blanca, sin embargo, el sistema no se suicida y de alguna manera esta relativa aceptación es parte de un mecanismo donde es importante para el sistema presentarse como "democrático y respetuoso de la participación ciudadana" para continuar legitimándose. Y es que la etnicidad no se presenta de forma separatista, ni transgresora, lo que haría de ese proyecto una amenaza para la integridad nacional y llevaría probablemente al Estado a cambiar de estrategia. Por el contrario, la etnicidad busca participar plenamente en la construcción de una sociedad pluriétnica y multicultural a través de reivindicar el derecho a la diversidad sin cuestionar en base a que lógica se da el mismo, por tanto los cambios a nivel cultural se asumen con las mismas reglas del mismo sistema que mantiene intacta la desigualdad económica, social y política. Mientras se abre la brecha para hablar de etnicidad, las políticas neoliberales del Banco Mundial y del Fondo monetario Internacional siguen golpeando a los mismos grupos que reivindican el derecho al reconocimiento y legitimidad de su cultura.

Desde el movimiento de mujeres negras he visto con angustia como nos hemos metido en los últimos años a la lógica de las políticas neoliberales.

En estos momentos hasta el mismo Banco Mundial otorga financiamientos para proyectos "de desarrollo" dirigidos hacia nosotros. Este Banco Mundial, que conjuntamente con el Fondo Monetario Internacional, y el apoyo de la ONU define las políticas que llevan a una gran mayoría a morirse en la pobreza, de los cuales las mujeres negras son parte.

La mayoría de las acciones de nuestro movimiento en los últimos años han estado enmarcadas en la agenda de la ONU, a través de las Conferencias Mundiales y los procesos de seguimiento a esa misma conferencia. La sociedad civil y los Estados se presentan como la gran coalición que va a generar grandes cambios, sin embargo los resultados demuestran lo contrario, pues asumir toda la retórica y los compromisos que se logran escribir en grandes dossier, implican cambios profundos de políticas públicas y sociales que la mayoría de las veces los gobiernos no cumplen, pues requiere un cambio ideológico real, un cambio de estructuras y una disposición política de invertir cantidades de dinero en las necesidades fundamentales de la población y definir estrategias para combatir todo tipo de discriminación, sea racial, por cuestiones de género, sexualidad, edad etc.

A pesar de ello, muchos siguen creyendo que entrando a la lógica de esos sistemas internacionales les logramos cambiar la mentalidad y acciones de los Estados, pero el sistema da migajas para tranquilizar en parte las reacciones de los grupos subordinados y permite sólo reformas poco sustanciales y el tema de la etnicidad se presta para ello. Como dice la afro americana Audre Lourde : "Las herramientas del amo no desmantelarán nunca la casa del amo".

Las acciones afirmativas dirigidas a negros y negras son otro ejemplo en este sentir. Han estado dirigidas a ofrecer becas a ciertos negros y negras para estudiar, la apertura a la participación en ciertos puestos de gobierno, sin embargo, estas personas la mayoría de las veces no son colocadas allí por los movimientos sociales, lo que hace a la acción afirmativa una estrategia de alejamiento de esos y esas que son privilegiados y privilegiadas con la acción afirmativa de la lucha política y por otro lado, va generando el sentido de competencia entre la comunidad negra al permitir el ascenso social a algunas o algunos.

LA TOLERANCIA, UN DISCURSO CON UN INTERES POLÍTICAMENTE MARCADO.

El año 2001 fue el año que la Asamblea General de las Naciones Unidas proclama como el año del Diálogo entre Civilizaciones poniendo de relieve la tolerancia y la diversidad. El concepto de tolerancia ha penetrado en diferentes ámbitos de la sociedad en los últimos años, pero en este discurso de la tolerancia se cuelan problemas graves pues sugiere que todo es posible, por tanto permitible, aceptable. Con ello se justifica como ciertas prácticas culturales en el mundo que subordinan a los negros por ser parte de las tradiciones hay que tolerarlas, como también igual se pudiera tolerar un discurso que promueva el fascismo o el racismo extremo, como sucede hoy día en diversos países del mundo bajo el supuesto de que hay que escuchar y "permitir " que todo el mundo tenga derecho a expresarse. ¿Hacia quiénes hay que ser tolerantes?

Desde los sectores de poder, este discurso esta dirigido a las negras y negros a indígenas, lesbianas y gays, a discapacitados, a las personas envejecí entes, es decir a aquellos grupos que no son el modelo hegemónico de poder y el referente de "lo legítimo".

Desde los grupos oprimidos, hacia esos sectores de poder que en base a un discurso supuestamente "democrático" y desde la cooptación, pretenden su retórica aparentar inclusivos, pero esto no cambia las causas de la explotación, pues paradójicamente la realidad es que estos son los mismos sectores que roban el sudor y el trabajo de los mismos grupos oprimidos. Por tanto, la tolerancia mantiene a los grupos subordinados en actitud complaciente ante los embates del sistema y sus responsables. La tolerancia ha servido más bien para que los grupos dominantes continúen con la intransigencia al cambio real y que se sigan planteando como paradigma único válido.

No es casual que este discurso haya surgido desde organismos como la ONU, institución internacional que actúa con doble cara: se presenta como el defensor de los derechos sociales, políticos, de mujeres, negros, negras, indígenas, lesbianas u homosexuales, migrantes, refugiados y refugiadas, etc., crea mecanismos burocráticos para la elaboración de informes de la realidad de muchos países en este sentido, pero está constituida por los mismos Estados que crean y aplican las políticas neoliberales. El discurso de la tolerancia es el que mejor queda a la ONU, pues le permite ser el organismo visible que aparenta suavizar muchas contradicciones sociales, presentándose como el arbitro "neutral" y al mismo tiempo es una de las instituciones responsable de esas contradicciones que generan la pobreza, la exclusión y la guerra en todo el mundo.

"La única esperanza que existe para transformar la vida material de la gente negra e indígena es reclamar la redistribución de la riqueza y los recursos, lo que no es sólo una crítica del capitalismo, sino un completo desafío al capitalismo".


ALBERTO MENDEZ GARCIA
Presidente del Directorio
Todas las Sangres.

Lima, Octubre del 2003.

"EL PRECIO DE LA LIBERTAD, ES LA ETERNA VIGILANCIA"


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