Independencia política de los grupos de poder y la vieja clase
política.
Los peruanos no aceptan que políticos fracasados, frívolos
e irresponsables tanto de derecha como de la izquierda reciclada y conversa
que ya fueron gobierno o cogobierno con los resultados conocidos por todos,
pretendan a través de una nueva metamorfosis hacerse del poder y/o compartirlo
para sus fines egoístas o de grupo. Tampoco aceptan al régimen toledista,
sumido en una vorágine de corrupción que lo corroe día a día. Los últimos
escándalos que involucran al abogado y ex jefe de la CNI y al embajador en
España, grafican la magnitud de la podredumbre de un gobierno que no supo
estar a la altura de su responsabilidad de construir democracia y luchar contra
la corrupción, a estas alturas, resulta difícil creer que el presidente no
conocía las correrías de su abogado, quien al parecer estaba preparándose
para seguir los pasos del “doc”.
Los peruanos rechazan que en su nombre, los gobernantes
de turno con sus decisiones incorrectas lleven al descalabro a millones de
peruanos y a las futuras generaciones sin la más mínima responsabilidad por
sus actos, muchas veces tomados a sus espaldas. Si queremos realmente el cambio
tenemos dos opciones únicamente, por un lado:
El frente por el desarrollo, la democracia y la equidad
representa el Perú nuevo, los sectores sociales emergentes, que han logrado
abrirse camino a pulso y que buscan una espacio político que los represente
y que exprese una alternativa de bienestar moderna, con identidad y justicia
social. De allí la necesidad de trazar una hoja de ruta que nos conduzca al
desarrollo sostenido, creciendo a tasas mínimas del 6%, única forma de superar
el atraso y la pobreza, lo que exige superar viejas taras populistas y mercantilista,
consolidar un mercado de compradores y productores fuertes y con capacidad
de compra, en donde el estado cumpla su rol de regulador, promotor y protector
de los más débiles.
El frente republicano, globo de ensayo aún, expresa los
viejos vicios de la política criolla, el mismo perro con diferente correa,
con los mismos actores, planes, programas y el mismo método antidemocrático
de hacer política. No deja de llamar la atención, que algunos despistados,
cuya megalomanía los hace ver como “presidenciables”, sean los principales
promotores de la propuesta. Deberían recordar estos cándidos, ex radicales
de izquierda, que la pobreza, atraso, exclusión, inequidad, falta de oportunidades
y discriminación en el Perú tienen responsables y nombre propio, son los mismos
con los que pretenden conformar el republicanismo. Repasar la historia es
fundamental, sobre todo cuando pretenden marquetearse como alternativa potable
a la derecha neoliberal. Es responsabilidad de los líderes de opinión explicar
al pueblo que sucedió, donde estuvo la falla por que tanta pobreza a pesar
de que nuestra patria, tiene todas las posibilidades para el desarrollo y
el bienestar de su gente.
La decisión está en nuestras manos, por esto, hacemos
un llamado a la reserva moral del país, a los líderes honestos con idea de
futuro y vocación de entrega, para trabajar honrada , transparentemente y
sin desmayo para consolidar un espacio político y ciudadano que nos permita
transitar por el camino al bienestar y la alegría para nuestras nuevas generaciones.