Enviado por:
Antonio Quispe Rivadeneyra
Cañete - Perú
apeido@hotmail.com

ESTATUA DEL SÍMBOLO NORTEAMERICANO

...Si Dios fuera negro, mi compay, todo cambiaría, fuera nuestra raza la que reinaría… negro el abogado, negro el doctor, negro el ministro, el presidente y el gobernador...

La Internet, la FM y la TV a colores, nos recuerdan esta letanía de más de 500 años, resumida, como nuestra vida, en canción. Si gana don Obama, sólo nos faltaría don Dios…
No quisiera seguir escribiendo al imaginarme las caritas felices y orgullosas de mi gente negra, que lee este encabezado. Pero hay que abrir el debate.

ELECCIONES EN EEUU de NORTEAMÉRICA

El señor abogado Barack Obama, Senador Junior por el Estado de Illinois, ha sido nominado candidato a la Presidencia de los Estados Unidos de Norteamérica, por el Partido Demócrata.
Africano de Segunda Generación por línea paterna, con abuela viva y residente en una aldea de Kenia, no tiene relación alguna con los Donayre, los Palma, ni los Cotito peruanos. La aparente semejanza morfológica con nosotros, no lo vincula necesariamente con nuestra realidad, con nuestras expectativas y nuestros sueños.
Sus merecimientos y credenciales académicas, políticas y humanas, estarán al servicio de SU país, de SU pueblo y a los intereses de éste. Y hasta el día de hoy, 13 de Junio del 2008, dichos intereses no sólo no son los nuestros, sino que son antagónicos en muchos casos.

Vale decir que un probable triunfo electoral de Obama, sería en el mejor de los casos, del ala liberal de los demócratas norteamericanos (léase ideología del partido demócrata). Pero, no habrían ganado las amas de casa pobres, de los países pobres, como doña Sarah Obama, en Kenia; mucho menos sería el triunfo de “mamainè Cotito”, en el tradicional Guayabo.

Ganarán, seguro, los habitantes de SU país, a quienes les promete salir de la recesiòn; ganarán los ancianos de SU país, con ingresos menores a $ 50,000 anuales, pues no pagarían impuestos.
Pero en NUESTRA patria Perú, los pobres (los negros adelante), deberemos pagar el “costo del desarrollo”, expresado en la continuidad de una política exterior Norteamericana (de Demócratas o Republicanos) de sometimiento de las pequeñas economías locales, por lo que nuestros “viejitos” arañarán $ 80 al mes.
Ganarían los trabajadores norteamericanos con la NO privatización de SU Seguro Social, la reducción de SUS medicinas y la creación de un Seguro Nacional, aún para los trabajadores sin empleador…

Aquí seguirá el vía crucis de la salud pública y el “inSeguro Social”, con medicinas fuera de nuestro alcance, y en otras usando las proscritas por ellos.

Ah y qué duda cabe, seguiremos privatizándolo todo, hasta los sentimientos, para agradarles a ellos.
Ganarían SUS maestros, a quienes les promete mayores incentivos por desempeño y calificación académica. Aquí seguirán nuestros maestros arañando sus abecedarios, enfundándose en sus trajes descoloridos, con ansias de sueldos dignos sin marchas y huelgas dignas…

Sobre Obama, estaremos a la expectativa de su “sentir” en materia de política exterior. Esperaremos que, en cuanto a su Política interna, consiga enterrar a SUS copartidarios xenófobos y racistas del KU KLUX KLAN.

Me alegraré, muy a mis adentros, con un Presidente negro en los “Yunaites”, por que podría “flexibilizar” los sacrificios de NUESTROS inmigrantes furtivos y sus remesas salvavidas ¡
Sin embargo, mis raíces africanas, ya tuvieron un Presidente: se llamó Nelson Rolihlahla Dalibhunga Mandela, Presidente de la LIBERTAD y la JUSTICIA SOCIAL.

Mandela está en posesión de más de un centenar de títulos universitarios honoríficos y galardones de todo el mundo. Además del Premio Nóbel de la Paz concedido en 1993, que aceptó en nombre de todos los sudafricanos que se sacrificaron para traer la paz a su país, posee los premios J. Perú al Entendimiento Internacional (India, 1980), Simón Bolívar a la Lucha por la Libertad (Venezuela, 1983), del Tercer Mundo (Reino Unido, 1985), de la ONU en el campo de los Derechos Humanos (1988), Lenin de la Paz (URSS, 1990), Sajarov a la Libertad de Conciencia por el Parlamento Europeo (1988), de la UNESCO en el campo de la Paz (1991) y Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional (España, 1992), así como la Orden de Oro Olímpica del COI (1993) y la medalla de Oro del Congreso de Estados Unidos (1998), por citar sólo los principales honores. Ha escrito los libros autobiográficos (títulos traducidos al español) La lucha es mi vida (1988) y El largo camino hacia la libertad (1995).