Las Siete Nuevas Maravillas del Mundo elegidas, por orden de aparición, se dieron a conocer en el Estadio de La Luz en Lisboa Portugal el 7 de julio del 2007:
Gran muralla china, China (entre el Río Amarillo y el Mar Bohai).
Ciudad de Petra, Jordania.
Cristo Redentor, Río de Janeiro, Brasil.
Machu Picchu, Cusco, Perú.
Templo de Kukulcán en Chichen Itzá (Yucatán, México).
Coliseo, Roma, Italia.
Taj Mahal, Agra, India.
Críticas
Debemos resaltar que este proyecto particular del suizo Bernard Weber de nominar las Nuevas siete maravillas del mundo ha recibido diversas críticas, entre ellas:
La UNESCO ha declarado que decidió no dar aval a esta campaña por considerar que se trata de una campaña mediática y a título personal de Weber. Ha declarado que no es suficiente el valor sentimental de los monumentos para incluirla en una lista de las características que se pretende. La institución afirma que la votación no es universal en tanto que deja fuera a millones de personas que no tienen acceso a internet, y que la lista de candidatos ha sido creada bajo criterios poco científicos y educativos.
Algunos piensan que es un proyecto con finalidad económica (al tener que pagar para votar por teléfono por ejemplo) aunque Bernard Weber afirma que los beneficios (si los hay) de este proyecto irán destinados a la restauración de monumentos.
Otra crítica que hacen algunos estudiosos del arte es el hecho de que las siete maravillas se elijan por votación, cuando el mérito artístico no se elige por votación y menos de personas que no tengan conocimientos artísticos.
Otros como el director del Chichén Itzá piensan que este tipo de iniciativas fomentan la competitividad y la discriminación.
Algunas personas en Egipto piensan que las Pirámides de Gizeh no tienen que competir con, por ejemplo, edificios modernos como la Ópera de Sydney e incluso algunos han acusado de "absurdo" al proyecto y también han descalificado a su promotor Bernard Weber.
También es criticado el hecho de que muchas personas en el mundo no puedan votar al no tener internet, ni teléfono o el dinero para hacerlo.